Ariel y sus tres hermanos (Ibón, Tania y Dakota) fueron encontrados abandonados en una cuneta de una carretera de un pueblo de Zaragoza. La persona que los encontró no pudo menos que llevarlos a su casa para cuidarlos unos días hasta que contactó con nuestra protectora, a la que llegaron con apenas un mes de vida. Resulta increíble pensar cómo alguien puede abandonar a cuatro seres tan indefensos de esa manera cruel, condenándolos al abandono y el sufrimiento, que por suerte duró poco puesto que fueron recogidos por una buena persona.
Son cuatro pequeños sanos, muy buenos para su edad, simpáticos y cariñosos.
Ariel es un perrito dulce que, como corresponde a todo cachorro, se pasa el día jugando con sus hermanos.
Es como todos ellos, un peluche con vida, al que apetece acariciar y jugar con él. Enamoran al primer minuto cuando vienen correteando a tu encuentro con sus ojitos vivarachos y orejitas caídas que les dan esa expresión simpática.
Pero hay que asumir que todo cachorro es una gran responsabilidad, va a depender de ti durante muchos años y tiene todo por aprender. Es un ser tierno y adorable, pero un cachorro supone obligaciones, hay que enseñarles donde hacer sus necesidades, a pasear, a quedarse solos, lo que se puede morder y lo que no… Y requieren tiempo de juego y paseo. Quien esté dispuesto a darle todo esto a Ariel seguro que le devuelve durante muchísimos años innumerables momentos de felicidad y cariño que no puede siquiera ni imaginar…Esperamos que sea muy pronto Ariel!!
¡¡Ariel por fin ha encontrado a su familia que vendrá pronto a buscarle!!