Tin llegó al refugio tras el fallecimiento de su propietario.
De su vida anterior sabemos muchas cosas y muy importantes, como que ha convivido con otro perro y con dos gatitos y que se lleva genial con los niños. Su salud es muy buena. Quien le dé un hogar responsable tendrá un amigo súper pegajoso para toda la vida. Es tan, tan, tan….cariñoso que no te perderá de vista nunca, y, por supuesto, que sabe andar perfectamente con correa y conoce lo que es la vida en familia.
Dale la oportunidad para que vuelva a reencontrarse con tantas cosas maravillosas que un día tuvo y que le fue arrebatado con la muerte de su dueño y amigo.