Mi nombre es “Abi” y soy una preciosa mestiza de tres años de edad. Llegué al refugio a principios de 2022. Hasta entonces yo vivía en una casita de campo junto con otros perros y también gatitos. Todo empezó con la muerte de mi madre humana, mi vida cambió, no había nadie que pudiera hacerse cargo de todos sus niños de cuatro patas, así que una amiga de la familia ayudó a buscar nuevos hogares y a mí me dieron cobijo en el refugio de ADPCA.
Soy una perrita muy dulce y buena, además de guapísima, como podéis ver. Eso sí, algo miedosa.
En mis recreos diarios en el refugio salgo con mi amigo Tony y mi amiga Diana, que también están esperando un hogar.
La verdad es que lo pasamos muy bien juntos, corremos y jugamos como niños, sin pensar en el futuro porque confiamos en que las chicas nos encontraran un hogar apropiado con alguna de las fabulosas familias que, como en tantas ocasiones, han abierto sus corazones a perritos de este refugio.
Creo que podría encajar con una familia tranquila, que me de seguridad, para dejar atrás ese aspecto miedoso de mi carácter.
Mi tamaño es mediano, mi salud buena, y mi comportamiento con los humanos es de lo mejor. Ojalá alguien se enamore de mi y me de la oportunidad de volver a vivir en un verdadero hogar.