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Black apareció por una carretera de un pueblo próximo a Zaragoza, corría de un lado para otro totalmente desorientado y cruzando dicha carretera con grave peligro para su vida. Por suerte, una persona paró para recogerle y, dado su carácter sociable, Black se dejó coger fácilmente, de manera que ahora está a salvo en nuestra protectora.

Este pequeño guapetón ha heredado su nombre de un histórico de nuestro refugio, nuestro “viejo” Black, que pasó unos años en el refugio hasta que una familia en Alemania le dio la oportunidad de ser feliz y conocer otra vida, la que todo perro debería vivir, una vida en familia siendo querido. Al primer golpe de vista nos recordó muchísimo a él, guapo, sociable, divertido y con unas ganas tremendas de correr y jugar, por eso, en honor a nuestro anterior Black, recibió ese nombre. Aunque esperamos que este pequeño no tenga que esperar tanto tiempo como su antecesor para encontrar a su familia.

Desde el primer día nuestro pequeño Black se porta muy bien en el refugio, es obediente y se lleva bien con todos los perros. Respeta perfectamente la jerarquía y le encanta salir a jugar y correr con su amigo Ariel. Pero también puede ser tranquilo, ya que comparte chenil con una de nuestras abuelitas y respeta su descanso.

Inspira mucha ternura ver cómo duerme a su lado, pegando el lomo a ella como buscando todavía protección, puesto que Black es muy joven. Descansa junto a ella tranquilo cuando está en el chenil y juega como el que más cuando puede salir al recreo. Le encanta que le tires un juguete a por el que corre con sus aires torpes de cachorro y sorprendentemente te lo trae enseguida, soltándolo para que se lo lances una y otra vez.

Se deshace en cabriolas cuando te ve y no sabe qué hacer para llamar tu atención y que le hagas caso, te mordisquea, te besa y te enseña su barriguita para que lo acaricies.

Black es un cachorro increíble, noble y bueno, juguetón y divertido. Lo que corresponde a su edad. Por eso esperamos que no tenga que pasar mucho tiempo en el refugio, y que pronto pueda crecer con una familia a su alrededor que le dé el cariño y la educación necesaria para ser el gran perro que sabemos que puede llegar a ser.

Hay que asumir que todo cachorro es una gran responsabilidad, va a depender de ti durante muchos años y tiene todo por aprender. Es un ser tierno y adorable, pero un cachorro supone obligaciones, hay que enseñarles donde hacer sus necesidades, a pasear, a quedarse solos, lo que se puede morder y lo que no… Y requieren tiempo de juego y paseo. Quien esté dispuesto a darle todo esto a Black seguro que le devuelve durante muchísimos años innumerables momentos de felicidad y cariño que no puede siquiera ni imaginar…¡¡Esperamos que sea muy pronto Black!!

Apartado de correos 450 - 50080 Zaragoza

info@adpca.es

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