La historia de esta galga de un año de edad la desconocemos totalmente. Fue encontrada junta a la ribera del río Ebro a su paso por nuestra ciudad. Nunca conseguiremos entender por qué algunas personas son capaces de tratar a los perros, y especialmente a los galgos, como seres sin sentimientos. Y los condenan al sufrimiento y al abandono.
Sin embargo la magnífica naturaleza de estos animales hace en su mayor parte que en lugar de resentimiento nos ofrezcan, una vez rescatados, un profundo agradecimiento y un cariño sin límites. Así es Melba.
Melba es increíblemente cariñosa y su mirada sólo trasmite amor a través de sus ojos verdes. En cuanto te ve te sube sus patas y sólo quiere que le prestes atención. Es muy simpática y te hace reír al primer momento porque no consigues despegarla de ti como si quisiera que te la llevaras así mismo, colgada de tus hombros.
Físicamente es una galga preciosa y saludable, pese a la filaria de la que ya está siendo tratada. Tiene un porte increíblemente elegante. Se lleva bien con machos y hembras, anda bien con la correa como casi todos los galgos que parece hubieran nacido sabiendo hacerlo, y viaja muy tranquila en coche.
Ojala tu historia cambie pronto, Melba. Te quedan muchos años de vida por delante y sabemos que vas a tener la suerte de encontrar una familia con la que ser feliz. Sólo deseas ser querida y que te quieran. Nunca hiciste nada malo para correr esa suerte. Somos nosotros los que sí lo hemos hecho, los humanos, que mientras no seamos capaces de hacer cambiar ese destino que corren muchos galgos no tendremos la manifiesta grandeza que vosotros nos mostrais cada día.
Melba está esperando viajar muy pronto con su nueva familia!!